¿LA MANZANA, SÍMBOLO DEL PECADO O LA MÁS BENEFICIOSA?

Está claro que la manzana es una de las frutas más utilizadas y a la vez más cultivadas. Su cultivo se remonta al inicio de la humanidad, hasta tal punto que en la teoría de la Creación se la presenta como la fruta del pecado, aquella ofrecida por Eva a Adán que los despoja del jardín del Edén para siempre. No fue una naranja, sino una manzana; la misma que la bruja malvada dio a Blancanieves para que durmiera eternamente. Fresca, al horno, en pasteles, batidos, de todas formas la manzana es riquísima en sabor. Steve Jobs, creador de Apple (manzana) las devoraba, y de ahí su utilización como marca distintiva en sus productos. La manzana sigue siendo la más codiciada. Una manzanita mordida como lo fue la primera manzana de la historia. La manzana posee muchísimas propiedades: - Contiene pectina que actúa como fibra y ayuda en la disolución del colesterol y es un arma importante contra la diabetes. ( no olvidemos que todas las frutas deben ser comidas en moderación por las personas enfermas de diabetes) - Cisteina que elimina las toxinas del hígado. - Glicina responsable sistema inmunitario - Arginina estimula el crecimiento muscular y reparación de tejidos - Histidina contra la artritis y la anemia. - Isoleucina, Lisina, Serina, Valina, Metionina, son otros aminoácidos que ayudan en la construcción de tejidos, sistema inmunológico y equilibrio de nitrógeno. - Contiene ácidos glutamínico, linoleico, málidoc, oleico, palmítico y cafeico, siendo el glutamínico un antiulcerososo, tónico y incrementador de la capacidad mental - Sorbitol: Ayuda en los problemas de intestinos. - Fibras. Calcio, hierro, magnesio, nitrógeno, fósforo, potasio...