"Come poco y cena más poco,
que la salud de todo el
cuerpo se fragua en la
oficina del estómago."
Miguel de Cervantes.
No todos saben que el escritor de "El Quijote" tenía amplísimos conocimientos médicos. Incluso algunos han llegado a afirmar que era médico, como lo fuera su padre, quien era cirujano y se encargó de que su hijo conociera el buen arte de la medicina, haciéndole estudiar libros y libros sobre el cuerpo humano, sus enfermedades,síntomas, etc.
Así éstas se hacen patentes en todas sus obras, tanto las físicas como las psíquicas.
Nadie sabe a ciencia cierta si realmente llegó a licenciarse en esta ciencia, aunque en aquella época lo que más existía en España eran los "malos médicos" como él decía y a los que detestaba, que se ocupaban de hacer sangrías, lavativas y demás cosas por el estilo.
Mientras Europa avanzaba hacia la ciencia médica con un conocimiento exacto del ser humano, España se quedaba rezagada en viejos tratamientos que en muchos casos eran la muerte sin duda del paciente.
Pocos eran los que en esos momentos consideraban la enfermedad como un proceso del cuerpo, en lugar de algo teológico. Enviado por el mismo Dios. Así surgía el dicho de Médicos de Valencia, largas faldas y poca ciencia.
Cervantes pues huía de esos malos médicos pero admiraba a los que buscaban el conocimiento del cuerpo humano y su comportamiento, y así la causa de las enfermedades.
Así pues, es conocedor de que en el estómago se fraguan la mayoría de las enfermedades, y que es él portador de la salud o de la enfermedad. Algo que en aquellos años en los que la higiene y la comida eran escaso, nos muestra su gran sabiduría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario